Videos de boda // todos los días de mi vida

En ocasiones las parejas que llaman a nuestro estudio de fotografía y vídeo de boda en Madrid ya tienen contratado el fotógrafo y nos preguntan sobre nuestros vídeos de boda. Exactamente eso es lo que ocurrió con Oscar y Veronica, una pareja de Horcajo De Santiago, un pueblo Manchego ubicado en la provincia de Cuenca.

Como videógrafo de boda, me siento orgulloso de ver cómo cada vez son más las parejas que dan la importancia que se merece al vídeo de su boda. Gracias a parejas como Verónica y Oscar que buscan un video de boda original, diferente y con look cinematográfico, los videógrafos de bodas podemos convertirnos en mejor profesionales.

Verónica nos recibía el día de su boda con su habitual sonrisa, esencia de su personalidad extrovertida y amigable. Después Oscar se abría a nuestras cámaras y se sinceraba sobre cómo fueron esos días en los que empezó a conocer a Verónica en el trabajo y como poco a poco fueron enamorandose el uno del otro. Una historia de amor muy emotiva que cada uno nos la relató por separado y dónde pudimos ver los dos punto de vista de la relación, desde la pedida de mano hasta los preparativos de la boda.

Los jovencísimos novios se regalaron infinidad de miradas, besos, caricias en resumidas cuentas disfrutaron su día robándose amor mutuamente. En multitud de ocasiones las parejas están tan pendientes de que todo salga a la perfección, que al final no disfrutan su momento. Me siento en la obligación de hablar con las parejas sobre éstas cuestiones ántes de la boda y recalcar que ante todo disfruten su día, se miren, se quieran, se besen y de éste modo recordarán lo que sintieron al darse el «sí quiero» al compartir una mirada cómplice en medio de la ceremonia o al dejar fluir los sentimientos sin miedo, pues el día de su boda es un día para emocionarse, reír y pasarlo estupendamente. Si todo fluye, el resultado del vídeo de tu boda será espectacular.

Terminamos de grabar la boda de Oscar y Verónica con una fantástica sensación de cercanía y amistad. La Mancha es una tierra de gente humilde y cercana, una tierra en la que nos encanta trabajar como fotógrafos de boda y que nos ha planteado escenarios para hacer fotografías espectaculares.

Después tocaba volver a la respetada sala de edición de vídeo para visualizar todo el material de la boda. Cuando volqué todo el contenido audiovisual de mi compañero en el editor de vídeo, pude observar que a pesar de que Chema y yo pertenecemos a generaciones distintas y ambos desarrollamos lenguajes cinematográficos dispares, nos complementamos a la perfección y la experiencia visual de los vídeos de bodas se enriquece de manera potencial y creativa, cuando trabajamos codo con codo. De un modo u otro, ambos redefinimos y reformulamos los códigos del vídeo de boda tradicional para entregar un producto diferente.

Todos los videógrafos de bodas buscamos huir de la figura que hace unos años nos definía con la etiqueta de «el del vídeo» y ahora gracias a nuestro empeño por entregar trabajos exclusivos y con una carga artística considerable, los videógrafos de boda vivimos una edad de oro, una revolución que llevábamos años persiguiendo que no es otra que la internacionalización de los videógrafos de boda Españoles y lo más importante, la consagración dentro de nuestras propias ciudades. Me encanta observar el panorama actual de la videografía de bodas, ha sido una transición lenta, pero lejos ha quedado la resaca de esas producciones aburridas que encasillaron nuestra profesión y que provocó el rechazo de muchas parejas al vídeo de boda.

En los últimos años, los vídeos de bodas en el panorama nacional e internacional, han llegado a niveles tan altos que han encontrado un mercado digno de admiración y reconocimiento. La escena artística de las producciones de bodas se acerca a menudo al público general, personas que ajenos a la contratación de éstos servicios se encuentran por casualidad con un video de boda en Youtube y disfrutan las historias de principio a fin, las comentan,las comparten, se suscriben y acercan nuestra marca a más personas.

Los profesionales que nos dedicamos a la industria de la videografía de boda decidimos huir de la nula progresión habitual del sector y nos desmarcamos para defender un producto de calidad y que las parejas merecían. Después de tres años de bagaje profesional dentro de plasmalia, ver la progresión que hemos ejercido cómo fotógrafos y videógrafos de boda es muy gratificante, pero también puedo ver cómo en este trayecto, uno no puede «dormirse en los laureles» pues éste es un oficio en el que la creatividad no tiene límites y las técnicas de grabación avanzan con pasos de gigante. Es por eso que nuestro eje motriz gira entorno a la formación y la creatividad.

Quizá a muchos estudios de fotografía anclados en los viejos paradigmas del reportaje social, éste viaje puede resultarles «marciano» y salir de su zona de confort les parecerá un esfuerzo hercúleo. Quizá no les falte razón, pero pasar a la acción con trabajo y ganas es la única formula que a día de hoy funciona en un mercado en el que el cliente ha tomado las riendas y es muy selectivo con los trabajos de boda que visualiza desde la comodidad de su casa.

Me encanta ésta revolución, me encanta ésta maravillosa profesión y me encanta compartirla contigo en éste blog de fotografía de boda.

Un saludo.