No dejamos de sorprendernos!
Hoy os vamos a relatar nuestra visita a Cáceres.
Todo empezó allá por el mes de febrero mediante un correo eléctronico que nos escribió Ana solicitándonos información. Suelen ser ellas quienes emplean tiempo y dedicación a la parte artística del evento, Fotógrafo, video, flores, decoración…
Hubo conexión desde el primer momento, lo tenían muy claro, querían que fueramos Plasmalia los que documentáramos el día de su boda.
En estas ocasiones siempre nos desplazamos dos días antes del evento. Uno, para localizarnos, dos, para conocernos. Como norma general en la primera vez que nos vemos, el feelling surje desde el primer momento. Ana y Raúl primero nos abrieron las puertas de su casa y acabaron abriendo las puertas de su corazón.
El evento transcurrió en la misma finca excepto los preparativos de la novia. Novio, ceremonía, reportaje y banquete se celebró en la Finca La Carretona a unos 10 minutos de Cáceres.
La finca estaba espectacular para la ocasión, todo el atrezzo y decoración fue creado por Essencias de Boda Weddingplaner un equipazo de profesionales. Nos dejaron con la boca abierta.
Ana estaba espectacular. Lucía un sencillo vestido de novia e irradiaba elegancia y frescura, no podía ser más adecuado para le entorno en el cual se iba a oficiar la ceremonia ¡fue todo un acierto! A nosotros nos ha encantado.
La ceremonia fue de lo más emotiva, con todos sus seres queridos, familiares y amigos. Se reunieron a la sombra de una centenaria e imponente encina que fue testigo del juramento de amor que se procesan Raúl & Ana.
Tras la ceremonia civil aprovechamos el entorno de «La Carretona» para realizar el reportaje. Raúl y Ana son unas personas maravillosas que se han implicado en el proceso fotográfico de la boda en todos lo sentidos, haciendo que nuestro trabajo fuera mucho más fácil y dinámico.
Disfrutamos de los últimos rayos de sol, esta iluminación que siempre nos viene «al pelo». En esta ocasión no los tuvimos que buscar, ellos estaban allí esperando a ser inmortalizados en más de una fotografía.
Continuamos la jornada con un cocktail al borde de la piscina que contaba con una iluminación muy acorde para la ocasión y que desde luego no paso desapercibida para los invitados. Hemos de decir que no fuimos testigos de ningún baño inesperado.
Terminamos la jornada con el banquete iluminado por una carpa de guirnaldas que cubría todas las mesas de los invitados, baile y barra libre dieron por finalizada nuestra estancia en «La Carretona».
¡Deseamos a Raúl & Ana toda la felicidad del mundo! Creemos sinceramente que entre nosotros se ha forjado una amistad personal y profesional que bien merece una segunda visita a Cáceres.
Esparamos veros muy pronto de nuevo.
El equipo plasmalia